El nuevo Reglamento de Circulación, que entró en vigor a mediados del año pasado, quiso unificar los criterios en todas las Comunidades Autónomas en materia de autocaravanas, uno de los principales vacíos en la normativa siempre fue estacionar o acampar en autocaravana. Las autocaravanas siempre han sido un quebradero de cabeza, ya que cada autonomía, provincia o localidad, aplicaba una normativa diferente; en algunas localidades las autocaravanas podían aparcar en la calle con total tranquilidad, mientras que en otras lo tenían prohibido.
En 2004 la autocaravana fue incluida en el Reglamento General de Circulación y Estacionamiento de Vehículos a Motor, pero en algunas autonomías estaban reguladas como actividad de turismo itinerante, por lo que estaban sujetas a leyes de acampada. Por eso se aprobó una instrucción por la que se entendía que la autocaravana estaba estacionada siempre que nada sobrepasara las marcas que delimitan la zona de estacionamiento y que la actividad interna de la autocaravana no trascendiera al exterior.
Estacionar y acampar en autocaravana
La autocaravana estará estacionada siempre que haga contacto con el suelo solo con sus ruedas, sin el uso de patas estabilizadoras. Solo en casos de estacionamiento en lugares con pendientes muy pronunciadas, estará permitido el uso de calzos.
Siempre que el vehículo no ocupe más espacio que el de la autocaravana cerrada, sin ventanas, puertas, batientes o toldos abiertos o desplegados que pueden superar el perímetro del vehículo. Se entenderá que es acampar en autocaravana si se tienen sillas o mesas que sobrepasen u ocupen ese perímetro.
Se considerará que está estacionada siempre que no se produzca ninguna emisión o fluido, salvo las propias del motor de combustión. Siempre que no se produzcan conductas poco cívicas como el vaciado de depósitos o el encendido de generadores eléctricos en horas reservadas al descanso.
A pesar de que actualmente ya existe una normativa que regula el aparcamiento y la acampada de autocaravanas, siguen siendo muchos los municipios que no se han adaptado todavía —o que no quieren hacerlo— a la nueva ley y que siguen denunciando a todas las autocaravanas que estacionan, incluso si lo hacen en aparcamientos públicos y con las puertas cerradas.